Intoxicación etílica aguda: actualización en el manejo en la Urgencia Pediátrica
M.J. Cabero Pérez , S. Llorente Pelayo , R. Agudo Antón
Bol. Pediatr. 2018; 58 (243): 20 - 25
El etanol es el tóxico responsable del mayor número de intoxicaciones atendidas en los Servicios de Urgencias de Pediatría en España. En los últimos años, las consultas por este motivo han aumentado de forma continuada y la edad de los pacientes que consultan en Urgencias ha disminuido. El mayor porcentaje de intoxicaciones atendidas se deriva del consumo de bebidas y, por tanto, no son accidentales. El consumo de alcohol en adolescentes se ha relacionado con problemas conductuales y neuropsicológicos, cuya gravedad suele ser mayor cuanto más precoz haya sido el comienzo de la ingesta alcohólica(1). Además, el consumo de alcohol está implicado en cerca del 50% de los accidentes con víctimas mortales y, en nuestro medio, los accidentes son la primera causa de muerte entre la juventud. Además, en la población adolescente, a los peligros de la intoxicación aguda se le añaden los de la combinación del consumo de otras drogas. En cerca del 10% de los casos se detecta el consumo asociado de alguna droga ilegal, fundamentalmente cannabis(2). La ESTUDES es la encuesta sobre uso de drogas en Enseñanzas Secundarias en España, y realiza con periodicidad bienal, desde 1994, en estudiantes de edades comprendidas entre los 14 y los 18 años. Para su realización se cuenta con la colaboración de las Comunidades y Ciudades Autónomas y la edición de 2014-2015 ponía de manifiesto que un 76,8% de los adolescentes en el rango de edad estudiado consume alcohol durante el último año y el 68,2% lo había hecho durante el último mes. De este grupo, el 22,2% ha sufrido una borrachera en este período y el 32,2% ha realizado consumo en atracón (5 o más vasos de cualquier bebida alcohólica en un intervalo aproximado de 2 horas). En nuestro país el consumo de alcohol a estas edades ha tendido una tendencia creciente desde 2008 hasta 2012, aunque en 2014 esta tendencia se rompe pues aparece una disminución en la prevalencia. Sin embargo, desde una perspectiva histórica, la tendencia de consumo sigue siendo ascendente. La prevalencia de las borracheras alcanzó su máximo nivel en 2010, cuando se registraba en aproximadamente 1 de cada 3 estudiantes (35,6%). A partir de entonces, ha seguido una evolución descendente, observándose en 2014 que el 22,2% de los alumnos reconoció haberse emborrachado en el último mes. Por tanto, podemos afirmar que no se bebe más, sino que se bebe de forma diferente, puesto que ha aumentado el consumo en atracón o binge drinking. Por sexos existe un mayor consumo en las mujeres, pues beben y se emborrachan más que los hombres, pero refieren un menor consumo diario y menos consumos en atracón.
Acute alcohol poisoning: update in the Pediatric Emergency management
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- Urgencias/UCIP